Ya hemos entrado en Agosto, el mes ideal para las vacaciones. Esta vez os hablamos del Stonehenge, situado en Inglaterra. Un monumento construido entre el final del Neolítico y principios de la Edad del Bronce.
Este monumento tiene cinco mil años de antigüedad, fue un lugar de ceremonias, peregrinaje y entierros que fue modificado a través de los siglos hasta convertirse en la época moderna en una atracción turística mundial.
Pero el cambio climático podría afectar gravemente a las condiciones ambientales del entorno donde se ubica el conjunto de monumentos neolíticos. El aumento de las temperaturas en invierno atraería a mamíferos como topos o conejos capaces de desestabilizar la estructura de los dólmenes.
La UNESCO señala que este aumento ya se percibe en las islas británicas, donde los inviernos son "cada vez más secos y más cálidos". El aumento del nivel del mar y las intensas tormentas también podrían afectar al conjunto neolítico de las islas Orcadas, situadas en Escocia.